Para empezar el día, Jeff Gough nos ha contado cómo queriendo tener placas de circuito impreso rápidamente, se ha construido un prototipo de impresora de cera que imprime cera sobre una placa de cobre sin imprimir y luego se corroe con un baño químico.
Aunque primero ha contado por qué tener este proceso (que tiene sólo dos pasos: imprimir y bañar frente a los más de 16 que tiene un proceso industrial): los 3 días y 50€ que puede costar una placa comercial eran demsiado para él (sobre todo en la parte del tiempo, supongo que esos 16 pasos al final acaban sumando tiempo), lo más entretenido ha sido la pare de ingeniería de cómo lo ha hecho.
Básicamente ha tomado una cabeza de impresión piezoeléctrica de una impresora Epson (que básicamente funciona empujando la tinta mediante cambios de forma de material piezoeléctrico a través de 180 injectores entre color y blanco y negro) y le ha acoplado un bloque metálico que mantiene la cera caliente (a base de un transistor). En la foto podemos ver arriba el bloque y abajo la cabeza de impresión.
El proceso aún no está depurado del todo, aunque ha sido demostrado durante la charla, principalmente porque la adhesión entre el bloque metálico y la cabeza de impresión todavía no es perfecta (está buscando un material nuevo, ha probado la silicona pero sin aire no se solidifica).
Por supuesto, lo que más me impresiona es que pasó rápidamente por la parte más compleja: anclar la cabeza a otra impresora (con motores paso a paso más fáciles de controlar) y que funcione. Bueno, sí que ha mostrado que ha tenido que hacer ingeniería inversa de las señales necesarias para controlar la cabeza con éxito, que tampoco es trivial.
Para terminar, ha sugerido que la técnica también podría ser usada para impresión tridimensional de alta resolución, como el Makerbot, aunque todavía quedaría mucho por hacer...
martes, 28 de diciembre de 2010
Una impresora de cera para crear placas de circuito impreso
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