Una buena manera de llegar a Berlín es montando una grulla (pero a mí me ha tocado una coja, porque llego una hora tarde, lo que permite ver que los berlineses están ya muy alegres a eso de las 24:00-1:00)
pasando por París que pilla de paso, así aprovecho para ver a la torre Eiffel disfrazada de árbol de Navidad
Hay cosas que no cambian (o será ahorro por la crisis?): el mismo duende de Navidad recibe a los visitantes en la estación central
y el mismo cohete recibe a los visitantes al CCC. En años pasados estaba cubierto de nieve (y con un cartelito -- por aquí a los WC para aliens -- no hay que mezclar los diferentes sexos).
Este año, sin embargo, no hay nieve ni se la espera. Y los 0º son totalmente soportables, así que climáticamente la visita promete.
Es un buen momento para sacar la entrada (nota para otras veces: mejor ponerse la pulsera en la mano izquierda si eres diestro, que para comer luego es muy incómodo), y dar una primera vuelta: he aquí un pulpo de información que se ha equivocado y está devorando a un maniquí en lugar de devorar humanos... Mientras los humanos lo están preparando todo.
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