domingo, 27 de diciembre de 2009

Que los robots trabajen por nosotros

La charla de Lorenz G Lechner sobre robots autónomos (para alinearse con el tema del año, los llamó "dragones eléctricos"), era interesante como reflexión del futuro. Lorenz, que venía en calidad de participante en el curso post-doctoral llamado Bit Bang, que intenta prognosticar cómo será el futuro en 2025, contaba su visión de cómo acabarían integrándose los robots en la sociedad humana: aumentando las capacidades del hombre.

Según su visión, tarde o temprano, el futuro nos traerá máquinas autónomas, como las que ya tenemos en varios campos como el hogar (el robot roomba), en biónica (el pingüino autónomo de Festo) y en seguridad (predator y demás).

Sin embargo, el futuro apocalíptico de skynet por en cual las máquinas alcanzan una voluntad propia de dominar al hombre le parece muy poco probable. Si suponemos que las máquinas seguirán un cambio evolutivo, la presión evolutiva de a quién sirven tenderá a hacerlas amigables y dóciles (aunque tengan inteligencia independiente), de la misma manera que esa presión evolutiva ha marcado a los animales domésticos (claro, que no mencionaba el caso de los pit bull o los doberman).

Como segunda característica de las máquinas autónomas que aparecerán, plantea:
  • El postulado de Lorenz: "No hay ninguna tarea física que un hombre pueda hacer mejor que un robot"
  • Que conjuntamente con la Ley de Moore y su duplicación de capacidad, nos lleva a la conclusión de que: "Lo que puede ser automatizado, lo será"
Y en este futuro, ¿qué le queda por hacer al hombre?: pues reivindica la cultura previa al calvinismo en el que la actividad contemplativa no era síntoma de pereza y la vida en los monasterios en los que se trabaja, pero no por necesidad de hacerlo... Nos dedicaremos a actividades intelectuales, probablemente como pasatiemo (¿como escribir blogs?).

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