sábado, 1 de enero de 2011

Los hackers hackeados

En el congreso del CCC, este año los tickets de entrada no han sido tan fáciles de obtener como el año pasado. Sin embargo, los tickets son igual que los años pasados: sencillos.

En concreto, son unas pulseras que se sellan de modo que una vez cerradas sobre la muñeca de alguien no puedan intercambiarse más que cortándolas: un método anónimo, pero desafortunadamente tiene algún problema de fiabilidad: es posible quitárselas sin que se note demasiado, y después pasársela a otro. He aquí las pruebas...

Eso sí, no parece que haya afectado a la concurrencia de gente: las salas seguían estando igual de llenas que los últimos dos años, con mucha gente en pie, dificultades para sentarse y masificación en general. Y eso que además hay muchas personas que atienden remotamente. Quizá sea el momento de repensárselo para el año que viene...

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